PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO PAULO FREIRE
Presenta lo que no es meramente una nueva
pedagogía, sino un plan para la liberación auténtica del hombre, sea opresor u
oprimido. En este libro Paulo Freire critica el sistema tradicional de la
educación (lo que él llama “la educación bancaria”) y presenta una nueva
pedagogía donde los educadores y los educandos trabajan juntos para desarrollar
una visión crítica del mundo en que viven.
Paulo Freire sustenta una pedagogía en la que los individuos aprendan a
cultivarse a través de situaciones de la vida cotidiana.
No se trata de una pedagogía para el oprimido, por el contrario, de él,
el sujeto debe construir su realidad a través de las circunstancias que
generan el devenir cotidiano. Los textos que el individuo construye le permiten
reflexionar y analizar el mundo en que vive, pero no para adaptarse a él.
El autor en este primer capítulo menciona algo muy importante –la
superación auténtica de los opresores-oprimidos no está en el mero cambio de
lugares, ni en el paso de un polo a otro, ni tampoco radica en el hecho de que
los oprimidos de hoy en nombre de la liberación, pasen a ser los nuevos
opresores.
La propuesta de Freire implica dos momentos distintos de manera
progresiva: una se refiera a tomar conciencia de la realidad en la que vive el
individuo, como ser oprimido siempre sujeto a las determinaciones de los
opresores, la otra en cambio consiste en la iniciativa de los oprimidos paras
luchar frente a los opresores y liberarse para llegar a la praxis.
El autor hace
referencia a una característica actual de la educación la cual consiste
en una narración y memorización excesiva que se presenta en las aulas, sin
analizar la esencia de ello, un ejemplo sencillo es: el alumno memoriza que 4
veces 4 es igual a 16, sin percibir lo que realmente significa 4 por 4; dicha
situación que Freire concibe como si los alumnos fueran unos recipientes en los
cuales se depositan los conocimientos, así el maestro es un depositario y los
conocimientos son los depósitos que éste realiza cotidianamente.
La concepción bancaria de la educación pretende transformar la mente de los individuos para
que se adapten mejor a las situaciones
reales y así poder dominarlos con mayor facilidad.
Cuando el individuo no lucha por sus intereses y emancipación
cultural y social, parece como si hubiera perdido el amor por la vida, tal
necrofilia es la situación que ha predominado reiterado con la educación que se
impone en las escuelas, sin embargo la pedagogía que propone Paulo Freire es opuesta, ya que
sugiere que el individuo adquiera la biofilia a través del cultivo del ser,
estando con el mundo y no en el mundo, lo cual
se alcanza a través de la liberación, para ello se requiera que la
educación deje de ser mecanicista.
La educación liberadora en el individuo tiene que ser un acto
cognitivo en el que se comprenda y
analice el contenido, superando la división existente entre el educador y el
educando.
Freire rechaza la situación de la cultura dominante, donde los
privilegiados son los actores y los demás son meramente espectadores. “En la
síntesis cultural, donde no existen espectadores, la realidad que debe
transformarse para la liberación de los hombres es la incidencia de la acción
de los actores” (235). Y prosigue señalando que “la invasión cultural, en la
teoría antidialógica de la acción, sirve a la manipulación que, a su vez, sirve
a la conquista y ésta a la dominación, en tanto la síntesis sirve a la
organización y ésta a la liberación” (239).
En conclusión, Freire admite que no tiene mucha experiencia en “el
campo revolucionario”, pero ello no le “imposibilita reflexionar sobre el tema”
(240); y termina señalando que “si nada queda de estas páginas, esperamos que
por los menos algo permanezca: nuestra confianza en el pueblo. Nuestra fe en
los hombres y en la creación de un mundo en el que sea menos difícil amar”
(240). El hecho de que este libro siga siendo estudiado treinta y cinco años
después de su primera publicación prueba que nos quedó mucho más de lo que Freire
esperaba.
Frases
Célebres de Paulo Freire sobre la Educación
1- Es necesario desarrollar una pedagogía de
la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los
profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho 2- Mi visión de
la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una
comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está
el alfabetizado
3- Enseñar exige respeto a los saberes de los
educandos
4- Enseñar exige la corporización de las
palabras por el ejemplo
5- Enseñar exige respeto a la autonomía del
ser del educando
6- Enseñar exige seguridad, capacidad
profesional y generosidad
7- Enseñar exige saber escuchar
8- Nadie es, si se prohíbe que otros sean
9- La Pedagogía del oprimido, deja de ser del
oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente
liberación
10- No hay palabra verdadera que no sea unión
inquebrantable entre acción y reflexión
11- Decir la palabra verdadera es transformar
al mundo
12- Decir que los hombres son personas y como
personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta
afirmación sea objetiva, es una farsa
13- El hombre es hombre, y el mundo es mundo.
En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre
transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación
14- El estudio no se mide por el número de
páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un
semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y
recrearlas
15- Solo educadores autoritarios niegan la
solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos
16- Todos nosotros sabemos algo. Todos
nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre 17- La cultura no es
atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y
mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello
son sometidos a vivir en una “cultura del silencio”
18- Alfabetizarse no es aprender a repetir
palabras, sino a decir su palabra
19- Defendemos el proceso revolucionario como
una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el
esfuerzo serio y profundo de concientización
20- La ciencia y la tecnología, en la
sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de
la HUMANIZACIÓN del hombre.
Bibliografia
- Freire,
Paulo. Pedagogía del oprimido. Montevideo:
Tierra Nueva, 1970.
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